-
Para algunas naturalezas, cambiar de opinión es tanto una exigencia de limpieza como cambiarse de ropa; para otras, en cambio, no es más que una exigencia de vanidad.
Para algunas naturalezas, cambiar de opinión es tanto una exigencia de limpieza como cambiarse de ropa; para otras, en cambio, no es más que una exigencia de vanidad.