Las familias extensas nunca han sido la norma en Estados Unidos; la cifra más alta de familias extensas jamás registrada en la historia de Estados Unidos es del 20%. Contrariamente al mito popular de que la industrialización destruyó las familias extensas "tradicionales", este punto álgido se produjo entre 1850 y 1885, durante el periodo más intenso de la industrialización temprana. Muchas de estas familias extensas, y la mayoría de las familias "productoras" de la época, dependían del trabajo de los niños; se mantenían unidas por extrema necesidad y a veces por la fuerza bruta.