-
Se habla mucho de paz; y nadie desea la paz con más ardor que yo. Aun así, no estoy dispuesto a renunciar a la Unión por una paz que, así conseguida, no podría durar mucho.
Se habla mucho de paz; y nadie desea la paz con más ardor que yo. Aun así, no estoy dispuesto a renunciar a la Unión por una paz que, así conseguida, no podría durar mucho.