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Cuando llegué a Hollywood, no hablaba inglés, pero nadie me intimidaba. Todos los días, no tenía nada que hacer, salvo entrenarme en inglés, para seguir hablando.
Cuando llegué a Hollywood, no hablaba inglés, pero nadie me intimidaba. Todos los días, no tenía nada que hacer, salvo entrenarme en inglés, para seguir hablando.