-
La gracia remite el pecado y la paz tranquiliza la conciencia. El pecado y la conciencia nos atormentan, pero Cristo ha vencido a estos demonios ahora y para siempre.
La gracia remite el pecado y la paz tranquiliza la conciencia. El pecado y la conciencia nos atormentan, pero Cristo ha vencido a estos demonios ahora y para siempre.