Todo hombre debe ser responsable ante los demás, y no se debe permitir que nadie haga lo que le plazca; porque donde se permite la libertad absoluta no hay nada que frene el mal que es inherente a todo hombre. Pero el principio de responsabilidad asegura lo que es el mayor bien en los Estados; las personas correctas gobiernan y se les impide hacer el mal, y el pueblo tiene lo que le corresponde. Es evidente que éste es el mejor tipo de democracia, y ¿por qué? porque el pueblo procede de una clase determinada.