-
El diablo tienta a los hombres a través de su ambición, su codicia o su apetito, hasta que llega al profano blasfemo, al que atrapa sin recompensa alguna.
El diablo tienta a los hombres a través de su ambición, su codicia o su apetito, hasta que llega al profano blasfemo, al que atrapa sin recompensa alguna.