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Hábito e imitación: no hay nada más perenne en nosotros que estos dos. Son la fuente de todo trabajo, y de todo aprendizaje, de toda práctica, y de todo aprendizaje, en este mundo.
Hábito e imitación: no hay nada más perenne en nosotros que estos dos. Son la fuente de todo trabajo, y de todo aprendizaje, de toda práctica, y de todo aprendizaje, en este mundo.