Muchos dirán: "Puedo encontrar a Dios sin la ayuda de la Biblia, ni de la iglesia, ni del ministro". Muy bien. Hágalo si puede. La Compañía de Transbordadores no sentiría celos de un hombre que prefiriera nadar hasta New York. Que lo haga si es capaz, y hablaremos de ello en la otra orilla; pero probablemente intentar nadar sería lo que le llevaría más rápidamente al barco. Así que Dios no tendría celos de que un hombre fuera al cielo sin la ayuda de la Biblia, o de la iglesia, o del ministro; pero déjenlo que trate de hacerlo, y será la manera más segura de traerlo de vuelta a ellos para que lo ayuden.