Autores:
  • A través de la humildad, el examen de conciencia y la contemplación orante, hemos adquirido una nueva comprensión de ciertos dogmas. La Iglesia ya no cree en un infierno literal donde la gente sufre. Esta doctrina es incompatible con el amor infinito de Dios. Dios no es un juez, sino un amigo y un amante de la humanidad. Dios no busca condenar sino sólo abrazar. Como en la fábula de Adán y Eva, vemos el infierno como un recurso literario. El infierno no es más que una metáfora del alma aislada, que, como todas las almas, acabará uniéndose a Dios en el amor.

     
    "Doomed to Hell Fire and Damn-the-Nation" by Joanna Perry-Folino, www.huffingtonpost.com. December 30, 2013.