-
Entregué mi corazón a Jesús cuando tenía cinco años y desde entonces ha sido una relación especial. Para mí no es una religión; es simplemente hablar con Dios, leer su palabra y hacer todo lo posible por honrarle en todo lo que hago.
Entregué mi corazón a Jesús cuando tenía cinco años y desde entonces ha sido una relación especial. Para mí no es una religión; es simplemente hablar con Dios, leer su palabra y hacer todo lo posible por honrarle en todo lo que hago.