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Por muy poderosos que hayan sido los sistemas religiosos, la naturaleza humana es más fuerte y más amplia, y aunque los dogmas puedan obstaculizarla, no pueden reprimir absolutamente su crecimiento.
Por muy poderosos que hayan sido los sistemas religiosos, la naturaleza humana es más fuerte y más amplia, y aunque los dogmas puedan obstaculizarla, no pueden reprimir absolutamente su crecimiento.