Autores:
  • Por tanto, ¿es pecador tu hermano? Entonces cubre su pecado y reza por él. Si publicas sus pecados, entonces en verdad no eres hijo de tu Padre misericordioso; porque de lo contrario serías también como él, misericordioso. Es cierto que no podemos mostrar tanta misericordia a nuestro prójimo, como Dios tiene con nosotros; pero es verdadera obra del demonio que hagamos todo lo contrario de la misericordia, lo cual es señal segura de que no hay en nosotros ni un grano de misericordia.