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  • Bajo un gobierno que encarcela a cualquiera injustamente, el verdadero lugar para un hombre justo es también la prisión, la única casa en un Estado esclavista en la que un hombre libre puede morar con honor. No saben cuánto más fuerte es la verdad que el error, ni cuánto más elocuente y eficazmente puede combatir la injusticia quien ha experimentado un poco en su propia persona. Si la alternativa es mantener a todos los hombres justos en prisión, o renunciar a la guerra y a la esclavitud, el Estado no dudará qué elegir.