Autores:
  • La tercera gran idea es que confesemos nuestros pecados a alguien cercano a nosotros: un amigo o nuestro cónyuge. No me refiero a una declaración pública de nuestros defectos; me refiero a la confesión en la seguridad de un amigo vivo y de confianza.

    Ted Haggard (2002). “Simple Prayers for a Powerful Life”, Baker Publishing Group