Papá Noel es un dios. No es menos dios que Ahura Mazda, Odín o Zeus. Piensen en la barba blanca, el carro tirado por el aire por una raza de animales que normalmente no vuela, las oraciones (peticiones de regalos) que se le envían anualmente y que tanto desconciertan a Correos, los sacerdotes especialmente ataviados en todos los grandes almacenes. ¿Y no reflejan los dioses la sociedad de sus creadores? Los griegos tenían una diosa cazadora y dioses de la agricultura, la guerra y el amor. ¿Qué otra cosa podríamos tener sino un dios del regalo, de la comercialización y del consumo?