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Si tan sólo pudiera dominar ese demonio de la procrastinación que se pasea como un león rugiente y devora todas mis buenas intenciones, me convertiría en el hombre más puntual del mundo.
Si tan sólo pudiera dominar ese demonio de la procrastinación que se pasea como un león rugiente y devora todas mis buenas intenciones, me convertiría en el hombre más puntual del mundo.