Autores:
  • Al llegar a la casa, ellos (los Magos), vieron al niño con su madre María, se postraron y lo adoraron. (Mateo 2:11) [Esta] adoración, tampoco era lo mismo que la adoración de Dios. En mi opinión, todavía no lo reconocían como Dios, pero actuaron de acuerdo con la costumbre mencionada en las Escrituras, según la cual se adoraba a los Reyes y a las personas importantes; esto no significaba más que postrarse ante ellos a sus pies y honrarlos.