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  • Se ha dicho que en el infierno no hay más que voluntad propia. Lo cual es verdad, pues no hay allí otra cosa que voluntad propia, y si no hubiera voluntad propia, no habría Diablo ni infierno. Cuando se dice que Lucifer cayó del Cielo y se apartó de Dios y cosas semejantes, no significa otra cosa sino que tendría su propia voluntad y no sería uno con la Voluntad Eterna. Lo mismo sucedió con Adán en el Paraíso. Y cuando decimos voluntad propia, queremos decir, querer de otra manera que como quiere la Única y Eterna Voluntad de Dios.