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  • Habéis visto un barco en la bahía, balanceándose con la marea, y pareciendo que la seguiría; y sin embargo no puede, porque debajo del agua está anclado. Así muchas almas se balancean hacia el cielo, pero no pueden ascender hasta allí, porque están ancladas en algún pecado secreto.

    Henry Ward Beecher (1858). “Life Thoughts”, p.12