-
Exigir a la fuerza que no se exprese como fuerza, que no sea deseo de vencer, deseo de derribar, deseo de convertirse en amo, sed de enemigos y resistencias y triunfos, es tan absurdo como exigir a la debilidad que se exprese como fuerza.
Exigir a la fuerza que no se exprese como fuerza, que no sea deseo de vencer, deseo de derribar, deseo de convertirse en amo, sed de enemigos y resistencias y triunfos, es tan absurdo como exigir a la debilidad que se exprese como fuerza.