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Las cosas no suceden porque sean malas o buenas, pues de lo contrario todos los huevos estarían trucados o ninguno, y como mucho no hay más que seis por docena. Hay buenas y malas oportunidades, y la suerte de nadie tira sólo de una cuerda.
Las cosas no suceden porque sean malas o buenas, pues de lo contrario todos los huevos estarían trucados o ninguno, y como mucho no hay más que seis por docena. Hay buenas y malas oportunidades, y la suerte de nadie tira sólo de una cuerda.