Autores:
  • Por debajo de -60°, el frío encuentra el último toque microscópico de aceite en un instrumento y lo para en seco. Si sopla la más mínima brisa, se puede oír cómo se congela el aliento mientras flota, emitiendo un sonido parecido al de los petardos chinos. Al igual que el rocío de la mañana, la cal cubre todos los objetos expuestos. Y si te esfuerzas demasiado y respiras hondo, a veces sientes que tus pulmones se incendian.

    Richard E. Byrd (2003). “Alone: The Classic Polar Adventure”, p.77, Island Press