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A veces uno se enfada mucho y predica, pero sé que remachar un punto es cerrarlo. Dejar al lector la libertad de decidir qué significa tu obra, ése es el verdadero arte; hace que la obra sea inagotable.
A veces uno se enfada mucho y predica, pero sé que remachar un punto es cerrarlo. Dejar al lector la libertad de decidir qué significa tu obra, ése es el verdadero arte; hace que la obra sea inagotable.