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Al fin y al cabo, eres responsable de ti mismo y de tus actos y eso es todo lo que puedes controlar. Así que, en lugar de frustrarte por lo que no puedes controlar, intenta arreglar lo que sí puedes.
Al fin y al cabo, eres responsable de ti mismo y de tus actos y eso es todo lo que puedes controlar. Así que, en lugar de frustrarte por lo que no puedes controlar, intenta arreglar lo que sí puedes.