-
En verdad, hay terribles arcanos primigenios de la tierra que es mejor dejar desconocidos y sin evocar; secretos espantosos que no tienen nada que ver con el hombre, y que el hombre sólo puede aprender a cambio de paz y cordura; verdades crípticas que hacen que el que las conoce sea cada vez más un extraño entre los de su especie, y le hacen caminar solo sobre la tierra.