Esta Ley de Derechos Civiles es un reto para todos nosotros, para que nos pongamos a trabajar en nuestras comunidades y en nuestros estados, en nuestros hogares y en nuestros corazones, para eliminar los últimos vestigios de injusticia en nuestro amado país. Así que esta noche insto a todos los funcionarios públicos, a todos los líderes religiosos, a todos los hombres de negocios y profesionales, a todos los trabajadores, a todas las amas de casa -insto a todos los estadounidenses- a que se unan a este esfuerzo para llevar la justicia y la esperanza a todo nuestro pueblo, y para traer la paz a nuestra tierra.