-
Los dioses son sordos a los votos ardientes y malhumorados. Son anillos contaminados, ¡más aborrecidos! Que hígados manchados en el sacrificio.
Los dioses son sordos a los votos ardientes y malhumorados. Son anillos contaminados, ¡más aborrecidos! Que hígados manchados en el sacrificio.