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  • La brecha entre ricos y pobres crece entre y dentro de la mayoría de las naciones. Los efectos políticos y sociales de la desigual localización de la energía y otros recursos minerales son agudos. La población sigue aumentando. El medio ambiente mundial muestra signos de deterioro generalizado. Tanto el entorno natural como el social son cada vez más vulnerables a perturbaciones catastróficas... Sin embargo, puede haber un reto alentador en la posibilidad de que, a partir de su lucha contra estas realidades, la raza humana se acerque un poco más a comportarse como si fuera realmente una sola familia.