Autores:
  • Había estado entumecido mucho tiempo, años. Todas sus noches en Ninsei, sus noches con Linda, entumecido en la cama y entumecido en el frío centro sudoroso de cada negocio de drogas. Pero ahora había encontrado esta cosa caliente, este chip de asesinato. Carne, decía una parte de él. Es la carne la que habla, ignórala.

    William Gibson (2000). “Neuromancer”, p.130, Penguin