-
Hace poco volvía de Tel Aviv y tuvimos cuarenta minutos de baches. Me asusté tanto que cogí papel y bolígrafo y me los metí en el bolsillo, por si acaso nos estrellábamos y necesitaba escribir una carta desde dondequiera que aterrizáramos.
Hace poco volvía de Tel Aviv y tuvimos cuarenta minutos de baches. Me asusté tanto que cogí papel y bolígrafo y me los metí en el bolsillo, por si acaso nos estrellábamos y necesitaba escribir una carta desde dondequiera que aterrizáramos.