Isidoro de Sevilla Citas

• Si un hombre quiere estar siempre en compañía de Dios, debe rezar con regularidad y leer con regularidad. Cuando rezamos, hablamos con Dios; cuando leemos, Dios habla con nosotros.

  Isidoro de Sevilla

  Hombres, San, Quieren

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• La confesión cura, la confesión justifica, la confesión concede el perdón de los pecados, toda esperanza consiste en la confesión; en la confesión hay una oportunidad para la misericordia.

  Isidoro de Sevilla

  Fe, Cristiano, Esperanza

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• Nada existe sin música, pues se dice que el universo mismo ha sido enmarcado por una especie de armonía de sonidos, y el cielo mismo gira bajo el tono de esa armonía.

  Isidoro de Sevilla

  Música, Cielo, Sonido

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• Todo crecimiento espiritual procede de la lectura y la reflexión. Leyendo aprendemos lo que no sabíamos; reflexionando retenemos lo que hemos aprendido. El lector concienzudo se preocupará más por poner en práctica lo que ha leído que por adquirir un mero conocimiento de ello. Al leer pretendemos saber, pero debemos poner en práctica lo que hemos aprendido en nuestro curso de estudio.

  Isidoro de Sevilla

  Espiritual, Lectura, Reflexión

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• La oración nos purifica, la lectura nos instruye. Ambas son buenas cuando ambas son posibles. De lo contrario, la oración es mejor que la lectura.

  Isidoro de Sevilla

  Oración, Lectura

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• Cuanto más te dediques al estudio de las palabras sagradas, más rica será tu comprensión de ellas, igual que cuanto más se labra la tierra, más rica es la cosecha.

  Isidoro de Sevilla

  Católico, Comprensión, Expresión

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• Guerra con los vicios, pero paz con los individuos.

  Isidoro de Sevilla

  Guerra, Vicios, Individual

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• La enseñanza no apoyada en la gracia puede entrar por nuestros oídos, pero nunca llega al corazón. Cuando la gracia de Dios toca nuestras mentes más íntimas para traer entendimiento, entonces su palabra, que es recibida por el oído, puede hundirse profundamente en el corazón.

  Isidoro de Sevilla

  Enseñanza, Corazón, Gracia

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• A nosotros, como católicos, no se nos permite creer nada por nuestra propia voluntad, ni elegir lo que alguien ha creído por la suya. Tenemos como autoridades a los apóstoles de Dios, que no eligieron por su propia voluntad nada de lo que querían creer, sino que transmitieron fielmente a las naciones las enseñanzas de Cristo.

  Isidoro de Sevilla

  Enseñanza, Creer, Católica

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• El sufrimiento de la adversidad no te degrada, sino que te enaltece. La tribulación humana te enseña; no te destruye. Cuanto más afligidos estemos en este mundo, mayor será nuestra seguridad para el venidero. Cuanto más nos aflijamos en el presente, mayor será nuestra alegría en el futuro.

  Isidoro de Sevilla

  Simpatía, Adversidad, Alegría

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• Las letras son signos de las cosas, símbolos de las palabras, cuyo poder es tan grande que sin voz nos dicen las palabras de los ausentes; pues introducen las palabras por el ojo, no por el oído.

  Isidoro de Sevilla

  Ojos, voz, oídos

  "Un enciclopedista de la Edad Media: Isidoro de Sevilla", por Ernest Brehaut New York: B. Franklin, 1964.

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• El bautismo no es obra del hombre, sino de Cristo, y este sacramento es tan santo que no se profanaría, aunque el ministro fuera un asesino.

  Isidoro de Sevilla

  Hombres, Bautismo, Cristo

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• María significa iluminadora, porque Ella dio a luz la Luz del mundo. En la lengua siríaca, María significa Señora.

  Isidoro de Sevilla

  Medio, Luz, Mundo

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• En la vida activa, todos los vicios deben ser eliminados en primer lugar por la práctica de las buenas obras, para que en la vida contemplativa el hombre pueda, con la mirada mental ya purificada, pasar a la contemplación de la Luz Divina.

  Isidoro de Sevilla

  Hombres, Vida Contemplativa, Luz

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• Se admite que todos los sonidos que constituyen la materia de la música son de tres clases. La primera es armónica, que consiste en música vocal; la segunda es orgánica, que se forma a partir del aliento; la tercera es rítmica, que recibe sus números del golpe de los dedos. Porque el sonido se produce por la voz, a través de la garganta; o por el aliento, a través de la trompeta o la tibia, por ejemplo; o por el tacto, como en el caso de la cítara o cualquier otra cosa que emita un sonido melodioso al ser golpeada.

  Isidoro de Sevilla

  Música, Voz, Números

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• Los números se dividen en pares e impares. El número par se divide en: par, impar y desigual. El número impar se divide en: primo e incompuesto, compuesto y una tercera clase intermedia (mediocris) que en cierto modo es primo e incompuesto pero en otro modo es secundario y compuesto.

  Isidoro de Sevilla

  Clase, Números, Camino

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• Tolle numerum omnibus rebus et omnia pereunt.Quita a todas las cosas su número y todas perecerán.

  Isidoro de Sevilla

  Números, medidas, todas las cosas

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• Se cree que el nombre de la medicina proviene de "moderación", modus, es decir, de la debida proporción, que aconseja no hacer las cosas en exceso, sino "poco a poco", paulatim. Porque a la naturaleza le duele el exceso, pero se alegra con la moderación. De ahí también que los que toman drogas y antídotos constantemente, o hasta el punto de la saturación, se sientan muy molestos, pues toda desmesura no trae salud, sino peligro.

  Isidoro de Sevilla

  Salud, Nombres, Medicina

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