Autores:
  • El mal de la disparidad real de sus edades (y el señor Woodhouse no se había casado pronto) se veía muy acrecentado por su constitución y sus hábitos; pues habiendo sido un valetudinario toda su vida, sin actividad de mente ni de cuerpo, era un hombre mucho mayor en maneras que en años; y aunque querido en todas partes por la amabilidad de su corazón y su temperamento afable, sus talentos no podían haberle recomendado en ningún momento.

    Jane Austen (1882). “Emma”, p.3