Autores:
  • Un peatón parece ser en este país una especie de bestia de paso, mirado, compadecido, sospechado y rechazado por todos los que se cruzan con él... Todos los cocheros que pasaban me llamaban: "¿Quieres ir por fuera?". Si sólo me encontraba con un labrador a caballo, me decía amigablemente: "Cálido paseo, señor", y cuando atravesaba un pueblo, las ancianas, en su desconcierto, soltaban un "¡Dios todopoderoso!