Ser vegana es realmente el secreto de la alegría y la paz de mi vida. Me siento física y espiritualmente mejor de lo que jamás podría haber imaginado sabiendo que estoy haciendo todo lo que puedo para reducir el sufrimiento animal con simples elecciones de estilo de vida como ser vegana, no llevar nunca ningún producto hecho de animales (como lana y cuero) y comprar solo a empresas que NUNCA prueban sus productos o ingredientes en animales.