-
Todas las grandes hazañas humanas consumen y transforman a sus autores. Pensemos en un atleta, un científico, un artista o un empresario. Al servicio de sus objetivos, dedican tiempo, energía y muchas otras opciones y placeres; a cambio, se convierten en ellos mismos. Un destino falso puede detectarse por el hecho de que consume sin transformar, sin devolver el yo ampliado.