-
Ahora soy un agente libre, literal y figuradamente. He alcanzado ese envidiable estado de la vida en el que puedo hacer prácticamente lo que quiero. Y lo que quiero es seguir jugando al baloncesto. Sigo amando este deporte y todavía tengo algo que ofrecer. Mis entrenadores y compañeros lo reconocen. Al mismo tiempo, quiero ser genuino, auténtico y sincero.