El contacto con [la sangre menstrual] agria el vino nuevo, las cosechas tocadas por ella se vuelven estériles, los injertos mueren, las semillas de los jardines se secan, los frutos de los árboles se caen, el filo del acero y el brillo del marfil se embotan, las colmenas de abejas mueren, incluso el bronce y el hierro se apoderan enseguida de la herrumbre, y un olor horrible llena el aire; probarla enloquece a los perros e infecta sus mordeduras con un veneno incurable.