Algunos tenemos la suerte de enamorarnos una o dos veces, pero los más afortunados son los que encuentran a esa persona sin la que no pueden vivir y tienen el placer de enamorarse de ella día tras día durante el resto de sus vidas. Las relaciones no consisten en enamorarse una vez y ya está, sino en amar a alguien hasta el final de tus días y hacer crecer ese amor sin fin.