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Amado, mira en tu propio corazón, El árbol santo está creciendo allí; De alegría las ramas santas comienzan, Y todas las flores temblorosas llevan. Los colores cambiantes de su fruto Han adornado las estrellas con luz metálica; La seguridad de su raíz oculta Ha plantado tranquilidad en la noche; El temblor de su frondosa cabeza Ha dado a las olas su melodía, Y ha hecho que mis labios y la música se casen, Murmurando una canción maga para ti.