Los que están acostumbrados a juzgar por los sentimientos no entienden el proceso de razonamiento, porque quieren comprender de un vistazo y no están acostumbrados a buscar los primeros principios. Por otra parte, quienes están acostumbrados a razonar a partir de los primeros principios no comprenden en absoluto las cuestiones de sentimiento, porque buscan los primeros principios y son incapaces de comprender de un vistazo.