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Mi abuelo se estaba muriendo, y le dijo a la familia que había decidido morir. ... En ese momento tenía tantas ganas de escribirle y decirle que nunca iba a morir, que de alguna manera siempre estaría presente en mi vida, porque él tenía la teoría de que la muerte no existía, sólo el olvido. Él creía que si puedes mantener a las personas en tu memoria, vivirán para siempre. Eso es lo que hizo con mi abuela.