América no es lo suficientemente grande como para sacudir su puño en la cara de un Dios santo y salirse con la suya, y mientras leo esto quiero explicar algo. Voy a leer esto y luego quiero explicar algo. A medida que Estados Unidos ha permitido que la homosexualidad se establezca como un estilo de vida alternativo, también se tambalea por la aterradora propagación de enfermedades de transmisión sexual. El pecado engendra sus propias consecuencias, tanto en los individuos como en las naciones.