-
Cuando apreté a Jesús contra mi corazón, le dije: 'Seré sacerdote. ¡Te lo prometo!' ...¡Oh, qué gracias me dio entonces Nuestro Señor! Sí, creo que mi conversión en aquel momento fue sincera y perfecta.
Cuando apreté a Jesús contra mi corazón, le dije: 'Seré sacerdote. ¡Te lo prometo!' ...¡Oh, qué gracias me dio entonces Nuestro Señor! Sí, creo que mi conversión en aquel momento fue sincera y perfecta.