-
Soy un hombre perezoso. La pereza me impide creer que la iluminación exige esfuerzo, disciplina, una dieta estricta, no fumar y otras pruebas de virtud. Hay un paraíso en ti y a tu alrededor ahora mismo, y para estar allí ni siquiera tienes que hacer un movimiento. No hay nada que necesites hacer primero para ser iluminado. Todas las experiencias potenciales ya están dentro de ti. Puedes abrirte a ellas en cualquier momento.