El acosador tiene una naturaleza de Jekyll y Hyde: es vil, despiadado y vengativo en privado, pero inocente y encantador delante de los testigos; nadie puede (o quiere) creer que este individuo tiene una naturaleza vengativa: sólo el objetivo actual de la agresión del acosador en serie ve ambos lados; mientras que el lado Jekyll se describe como "encantador" y lo suficientemente convincente como para engañar al personal, a la dirección y a un tribunal, el lado Hyde se describe con frecuencia como "malvado"; Hyde es la persona real, Jekyll es una actuación.