Autores:
  • Creemos que nos hieren cuando no recibimos amor. Pero no es eso lo que nos duele. Nuestro dolor viene cuando no damos amor. Nacimos para amar. Se podría decir que somos máquinas de amor creadas divinamente. Funcionamos mejor cuando damos amor. El mundo nos ha hecho creer que nuestro bienestar depende de que otras personas nos amen. Pero éste es el tipo de pensamiento al revés que ha causado tantos de nuestros problemas. La verdad es que nuestro bienestar depende de que demos amor. No se trata de lo que recibimos, sino de lo que damos.