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El aire allá arriba en las nubes es muy puro y fino, vigorizante y delicioso. ¿Y por qué no habría de serlo? Es el mismo que respiran los ángeles.
El aire allá arriba en las nubes es muy puro y fino, vigorizante y delicioso. ¿Y por qué no habría de serlo? Es el mismo que respiran los ángeles.