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  • Metió la mano en el amplio volante y sacó un frasquito. "¿Veneno?", preguntó Lady Maccon, inclinando la cabeza hacia un lado. "Desde luego que no. Algo mucho más importante: perfume. No podemos permitir que luches contra el crimen sin perfume, ¿verdad?". "Oh." Alexia asintió con gravedad. Después de todo, Madame Lefoux era francesa. "Desde luego que no.