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Todo lo que vale la pena hay que pagarlo, y el precio es siempre el trabajo, la paciencia, el amor, la abnegación: nada de papel moneda, nada de promesas de pago, sino el oro del verdadero servicio.
Todo lo que vale la pena hay que pagarlo, y el precio es siempre el trabajo, la paciencia, el amor, la abnegación: nada de papel moneda, nada de promesas de pago, sino el oro del verdadero servicio.